martes, 4 de octubre de 2011

EL ARBOL DE LA VIDA Terrence Malick

Ya se estreno en la Argentina El Árbol de la Vida la última película de Terrence Malick, un estreno que sorprende, no por la calidad del director sino por el escaso éxito comercial que tuvo en el mundo, de hecho en algunos lugares donde se estreno había un cartel avisando que no se devolvían las entradas y en otros lugares con la misma entrada se podía acceder a ver otra película ....Pero El Árbol de la vida tuvo un notable éxito en la critica especializada, sobre todo en Europa (ganadora de la Palma de oro en el ultimo festival de Cannes). Pero cual seria la conclusión?es una película para un área restringida de eruditos ? Hay que leer a Hegel, Marx, Kant para entenderla? No es un dato menor que el director es un egresado en filosofía de la Universidad de Harvard y dio clases en el MIT. La vida oculta de este director siempre da que hablar, Malick no es un personaje público y poco se sabe de su vida privada, nadie ni él,dejan de ser conscientes de lo que este comportamiento  produce hoy en día, que es el efecto contrario al deseado, quizás sea fóbico, tímido, soberbio etc,  pero es claro que quiere que su obra quede entre los grandes clásicos del cine mundial y marque tendencias, así como un filosofo a través de su pensamiento cuestiona el poder, Malick a traves de su obra se repite, se cuestiona, se contradice, se pregunta, se responde, como si las imágenes fueran palabras. La naturaleza y la relación del hombre con ella es siempre un tema central pero en El Arbol de la Vida otro componente visual  se adosa, son los grandes edificios, representando el progreso del hombre, un progreso que es material y no humano. El protagonista caracterizado por Sean Penn, un exitoso arquitecto que se encuentra literalmente en la cima de esos rascacielos, se siente como en un laberinto del que no puede salir. También, esta película es un laberinto de sensaciones e imágenes, el cine popular o por lo menos el que manejan los grandes estudios y distribuidoras, ya no tiene una pizca de autenticidad, esa autenticidad que solo lo da el cine de autor o por lo menos cineastas con un amplio control de su obra (hay cine de autor pésimo) inclusive ir al cine en las grandes cadenas en estos días es una odisea tediosa, desde el maldito pochoclo, las alfombras pegoteadas de coca cola, hasta los  malditos críticos radiales  que califican a las películas como pochocleras o no pochocleras, descripción que no entra en ninguna categoría del arte. Que es una película pochoclera? Una película que hace mas fácil la ingesta abundante de ese horrible producto? Pero allí esta la cuestión del Árbol de la vida, una película que lucha contra todo esto, como el personaje caracterizado por Sean Penn no puede salir del laberinto del cine industrial y emerger como una obra de arte popular y clásica, el tiempo la pondrá en algún lugar. Es cierto que para ver este tipo de películas se requiere de algún conocimiento previo de la filmografía del director y también algún tipo de conocimiento filosófico, pero esa es la función de este tipo de películas, films que nos hacen pensar, que nos obligan a indagar mas allá de lo que vemos en la pantalla, como todo arte genuino intenta hacernos mejores personas y mejorar nuestras relaciones con la naturaleza y con otros seres humanos .


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