martes, 31 de enero de 2012

J.EDGAR HOOVER ¿ SOLO UNA HISTORIA DE AMOR?

Clint Eastwood es un cineasta que en los últimos años a filmado grandes películas , su condición de duro y su pasado actoral como vengador callejero a veces no condice con su actual sensibilidad sobre los variados temas que toca en sus películas. Desde Río Místico hasta aquí su filmografía pareciera abordar temas que lo preocupan o en definitiva lo atormentan .En Río Místico (2003) Clint nos contaba una historia de amistad, relaciones humanas y la justicia por mano propia . Million Dollar Baby (2004)  trataba sobre el éxito, el fracaso, la eutanasia y las relaciones familiares, que a veces se desvanecen en un solo momento por algún interés económico.Cartas de Iwo Jima y Banderas de nuestros Padres (2006) díptico sobre las sangrientas batallas libradas en el Pacífico, donde Eastwood pretende, sin  lograrlo, describir un conflicto desde la mirada de un Japones (Cartas de Iwo Jima).En el 2009 filma Gran Torino la que quizás sea su gran obra desde Río Místico hasta aquí, Gran Torino es una película contundente no carente de violencia , característica principal de sus últimos films, aquí Eastwood aborda temas que van desde la enfermedad, vejez, diferencias raciales y como estas a veces quedan zanjadas dialogando y como un sencillo plato de comida puede eliminar prejuicios culturales. Invictus (2009) sobre la vida de Nelson Mandela y Mas allá de la Vida (2011) film sobre fenómenos paranormales, estas dos últimas, son películas que parecieran más por encargo que films de autor. El cine de Eastwood es crudo sin  poesía, sin metáforas, ni tampoco doble sentido, todo es dicho y mostrado de forma explícita y la mayoría de los temas son relatos bien estadounidenses. Pero en su última película sobre el nefasto personaje J. Edgar Hoover (Director del FBI durante 48 años) no logra convencernos de la verdadera condición humana de este personaje y todo queda reducido a una hermosa y supuesta relación entre dos hombres, hombres que supuestamente enorgullecen nuestra historia universal. Pero nos resulta creíble que un  hombre haya acumulado tanto poder solo ? y qué solo la acumulación de archivos secretos hayan tenido en vilo a ocho presidentes ? la escena un poco infantil donde la secretaria de Hoover destruye los archivos antes que Nixon se apodere de ellos, nos resulta un poco inverosímil, licencias que se dan algunos cineastas para mostrar algo mas complejo en pocos minutos. Pero según algunos postulados la información es poder, yo le agregaría, la información es poder en manos del poder mismo.  Pero acá en Argentina, podríamos hacer películas sobre algún director de la Side y soportarlo? Por qué los últimos relatos sobre supuestos grandes Hombres son Norteamericanos ? Los Estados Unidos han sido, mal que nos pese, protagonistas mundiales de los grandes acontecimientos occidentales del siglo xx y también  ellos han borrado a través del cine y sus medios de distribución masivos, todo hecho en el que ellos no son protagonistas, caso de la Segunda Guerra Mundial, donde la resistencia rusa al régimen nazi fue por lejos la gran barrera a la expansión del nazismo, en Europa. En el libro" Filosofía y el Barro de la Historia" de José Pablo Feinmann , el escritor y filósofo argentino, nos introduce en los pensamientos de Nietzche  y dice  "Cuando Nietzche se pregunta que cantarían los poetas sin el exceso de vida de los guerreros , esta lamentando la ausencia de guerreros en el mundo que lo rodea .Ya no hay guerreros .Las pulsiones del hombre gregario son débiles , agonizan .Nada grande puede surgir de allí, ningún poeta cantara algo inspirado por esa ausencia de vida .Donde la voz de los poetas enmudece es porque la vida se ha extinguido. A esta época Nietzche le da el nombre de decadent. El hombre de la decadence es el decadent. Gregario y mundano, lector de periódicos, burgués de una burguesía urbana y sin grandeza , indiferente, apático, utilitarista, hombre de pulsiones adormecidas , es este el hombre al que Nietzche lamenta no temerle ¿Cómo temerle a los hombres si los hombres se han hundido en la decadence? Hemos oído a Nietzche clamar su deseo de volver a temer a los hombres .Lo hemos visto desear el retorno de los guerreros, el decadent solo exhibe el adormecimiento de la verdadera vida". Pero son estos personajes como Hoover los guerreros contemporáneos que los poetas deberían hablar y nosotros tenerles miedo ? O no son los verdaderos burócratas decadentes convertidos en héroes por un relato único ? Mas allá de las actuaciones y el talento de Clint para filmar pequeñas historias que se convierten en grandes, los retratos de personajes como Hoover nos dejan un sabor amargo, una sensación que justifica  todo lo hecho por Estados Unidos a través de su historia política violenta y llena de contradicciones, del cual Clint a sido y es uno de sus poetas contemporáneos. Pero el relato único también borra o por lo menos trata con cierta pereza historias como la de Emma Goldman (1869-1940) anarquista y activista política, fundadora de la publicación Mother Earth (1906)  que fuera deportada de los Estados Unidos a instancias del propio Hoover. La historia de Emma Goldman a sido retratada superficialmente en la película Reds (1981) dirigida por Warren Beatty.





viernes, 27 de enero de 2012

WASHINGTON BULLETS - The Clash









Oh! mama, mama look there!
your children are playing in that street again
donand't you know what happened down there?
a youth of fourteen got shot down there
the kokane guns of jamdown town
the killing clowns, the blood money men
are shooting those washington bullets again
As every cell in chile will tell
the cries of the tortured men
remember allende, and the days before,
before the army came
please remember victor jara,
in the santiago stadium,
es verdad - those washington bullets again
And in the bay of pigs in 1961,
havana fought the playboy in the cuban sun,
for castro is a colour,
is a redder than red,
those washington bullets want castro dead
for castro is the colour...
...that will earn you a spray of lead
For the very first time ever,
when they had a revolution in nicaragua,
there was no interference from america
human rights in america
Well the people fought the leader,
and up he flew...
with no washington bullets what else could he do?
and'nand' if you can find a afghan rebel
that the moscow bullets missed
ask him what he thinks of voting communist...
...ask the dalai lama in the hills of tibet,
how many monks did the chinese get?
in a war-torn swamp stop any mercenary,
and'nand' check the british bullets in his armoury
que?
sandinista!

OCCUPY OAKLAND Y EL ¡ Y EL YA BASTA GLOBAL .


*Occupy Oakland y el ¡Ya Basta! global*

Por Ali Bektash y Magalí Rabasa* 

 Hace dos meses nació el movimiento “Occupy”, y ha capturado la imaginación
de millones de personas del otro lado y alrededor del mundo. Llevábamos
décadas sin ver un movimiento tan masivo y popular contra el régimen
hegemónico global, planteado por el pueblo del mismo país que perpetúa ese
sistema. Desde sus inicios en Nueva York, la estrategia de tomar las plazas
urbanas se volvió algo contagioso, y en cientos de ciudades existen
“ocupaciones” en protesta contra el sector bancario y la distribución
desigual de la riqueza.



De todas las experiencias de ocupación en distintas ciudades, la de
“Occupy Oakland”, en California, se ha destacado desde su fundación. Desde
el primer día del acampe en Oscar Grant Plaza el 10 de octubre—el día
reconocido por las autoridades gringas como el día de Cristóbal Colón, y
recuperado por movimientos indígenas como el Día de la Resistencia—"Occupy
Oakland <http://www.occupyoakland.org/>" también llevaba otro nombre:
“Decolonize Oakland.” En el acto inaugural, Corrina
Gould<http://www.youtube.com/watch?v=AKJaaQGtWmc>,
referente del pueblo originario Chochenyo Ohlone y de la ocupación de Glen
Cove <http://protectglencove.org/>, afirmó que “esta tierra no es de la
Ciudad de Oakland, esta tierra ya no es solo tierra Ohlone, es la tierra de
todos nosotros y tenemos el derecho de ocuparla”. Semanas después, el 28 de
octubre, la Asamblea General de "Occupy Oakland" aprobó un “Memorándum en
solidaridad con los pueblos
indígenas”<http://www.indybay.org/newsitems/2011/10/29/18695950.php>:
“… como una señal al movimiento nacional ‘Occupy Wall Street’ y los pueblos
indígenas aquí y allá que se sienten excluidos por el lenguaje colonialista
de *ocupación* con el cual se ha nombrado este movimiento, se declara que
‘Occupy Oakland’ aspira a ‘Descolonizar Oakland’—a ‘Descolonizar Wall
Street’—con la dirección y la participación de los pueblos indígenas…” Las
conversaciones internas del movimiento, con un gran ejercicio de
autocrítica, reflejan el proceso a través del cual la Comuna de Oakland se
ha transformado en un espacio para pensar profundamente y luchar desde *otra
* perspectiva, sin vanguardias ni líderes. La historia rebelde de esta zona
nos ayuda a entender porqué.



La organización de las Panteras Negras nació en Oakland en octubre de 1966.
A través de sus políticas de autodefensa armada, junto con servicios
autónomos y autogestionados, como clínicas y comedores matinales para niños
pobres, las Panteras Negras representan la última amenaza con tal nivel de
organización que habíamos visto levantarse contra el estado capitalista
estadounidense. Aunque fueron aplastadas por una campaña de infiltración y
asesinatos perpetrados por el FBI, a través del programa COINTELPRO, la
memoria y el espíritu de las Panteras siguen presentes en Oakland. El
movimiento de libre expresión en la Universidad de California, Berkeley,
fue fundado como parte de una campaña de apoyo a los negros en lucha en la
ciudad vecina de Oakland, y llegaría a ser reconocido como uno de los
movimientos estudiantiles más importantes en la historia del país. Sin
duda, estas dos memorias, y trayectorias de resistencia, están presentes en
las rebeliones recientes, que calentaron el terreno haciendo posible el
crecimiento de "Occupy Oakland".

La enemistad real entre la policía y los jóvenes negros en Oakland explotó
en enero de 2009. Filmada por cámaras de celulares, la policía del
transporte público disparó a un joven negro de 23 años, Oscar Grant, en la
plataforma del metro el 1 de enero. En las semanas siguientes, estallaron
enfrentamientos entre los jóvenes y la policía. Como resultado, el policía
responsable por la muerte de Grant fue encarcelado, algo que no ocurre casi
nunca en EE.UU. Nueve meses después, en la Universidad de California,
Berkeley, los estudiantes iniciaron una serie de tomas, u “ocupaciones”,
contra un aumento de la matrícula de más del 30%, y la progresiva
privatización de la educación pública.



El día de hoy, se unen en "Occupy Oakland" estos dos momentos de la
historia reciente—y sus raíces en los movimientos de los años sesenta—
desarrollando una nueva praxis de resistencia. Del movimiento estudiantil
se recupera la táctica de ocupar y la importancia de construir nuevas
relaciones a través de las ocupaciones. Del movimiento contra la policía se
recupera la hostilidad activa contra las fuerzas represivas (cada vez más
militarizadas) y sus patrones en la alcaldía. Desde el primer día no se ha
permitido que entren las fuerzas policiales al campamento, y la plaza se
nombró en memoria de Oscar Grant. Aunque se habían hecho muchas marchas de
solidaridad con Oakland desde la próspera ciudad vecina de Berkeley, el 15
de noviembre, "Occupy Oakland" realizó la primera marcha desde Oakland
hacia Berkeley. Entrando al campus al grito de "¡Aquí viene Oakland!", los
manifestantes apoyaron a los estudiantes que estaban formando su propio
campamento “Occupy”, brutalmente desalojado días después por la policía de
la universidad. Contrario a toda lógica de pensamiento convencional sobre
los movimientos sociales, allí vimos la extensión de la lucha desde el
pueblo a los estudiantes.

La comunidad autogestiva y autónoma que creció en Oscar Grant Plaza fue
desalojada por primera vez el 25 de octubre. Horas después, miles de
personas marcharon en protesta, y la policía respondió con una brutal
represión, utilizando “armas químicas” y bombas *flash-bang* contra los
manifestantes, lo que refleja la creciente militarización de la policía
urbana. El 26 de octubre, después de otra marcha (con la cual se reestableció
el campamento), la Asamblea General de "Occupy Oakland", formada por más de
2000 personas, aprobó una huelga general para el 2 de noviembre. La Huelga
General de Oakland (la primera desde 1946) fue un enorme éxito: contó con
la participación de más de 50.000 personas y logró bloquear el Puerto de
Oakland, en solidaridad con los estibadores de Washington y su lucha contra
la megaempresa de semillas, EGT. La policía desalojó el campamento por
segunda vez el 15 de noviembre, y por tercera vez el 19 de noviembre; en
cada ocasión, el pueblo respondió con manifestaciones masivas. Por estos
días, "Occupy Oakland" está viviendo un proceso interno de estrategización
y reflexión para establecer el campamento por cuarta vez. Sin embargo,
estos obstáculos no han debilitado el ímpetu imparable del movimiento, y
ahora los organizadores de "Occupy Oakland" están extendiendo la
coordinación para bloquear todos los puertos de la costa oeste el 12 de
diciembre.

Lo que estamos aprendiendo desde "Occupy Oakland" es que lo que está en
juego en este nuevo movimiento masivo no es simplemente una “ocupación”,
sino *la recuperación del espacio y de la política *en la construcción de
una nueva sociabilidad. En Oakland, este movimiento se define
explícitamente anticapitalista y anticolonial, luchando no solamente en
contra del 1%, sino también a favor de la descolonización del 99%;
reconocen así los efectos homogeneizantes de este discurso. La ex Pantera
Negra y residente de Oakland, Angela Davis, llama al 99% “una comunidad de
resistencia”<http://www.guardian.co.uk/commentisfree/cifamerica/2011/nov/15/99-percent-community-resistance>que,
a diferencia de otros movimientos, “se imagina desde el inicio como la
comunidad de resistencia lo más amplia posible”. Aquí podemos sentir la
resonancia que nace entre el movimiento “Occupy” y los procesos de
transformación y emancipación que han puesto en marcha a nuestro
continente. Nos reconocemos en las rebeliones impulsadas por estudiantes,
maestros, pueblos indígenas, migrantes, desplazados, trabajadores
desocupados, feministas, campesinos, los que viven en las calles* *y los
jóvenes, y nos identificamos con ellas, porque somos “los de abajo”, lo que
hoy se llama el 99%, y que pone en crisis la autoridad —tanto interna como
externa—.

En "Occupy Oakland" podemos percibir la formación de una nueva subjetividad
colectiva revolucionaria que se levanta para recuperar y reconstruir el
mundo, transformando la sociedad (capitalista) para crear otros modos de
vivir bien. Esta “apertura” o explosión de lo político es la condición
necesaria para que florezcan y se articulen los movimientos que se
encuentran hoy en día bajo un horizonte común explícitamente
anticapitalista, en las plazas de las ciudades del mundo y en las ondas
liberadas de los medios independientes, donde se construyen las historias
rebeldes del nuevo ¡Ya Basta! global. 

 

*Ali Bektash es integrante del colectivo Regeneración Radio. Magalí Rabasa
es integrante del colectivo Radio Zapatista. Ambos son residentes de
Oakland, estudiantes doctorales de la Universidad de California, e
integrantes del colectivo jóvenes en resistencia alternativa.

jueves, 26 de enero de 2012

PREGUNTAS SOBRE LA EXISTENCIA HUMANA Y EL HORROR , CRUZANDO LA LINEA ROJA. Vicente Zito Lema





He aquí un punto de partida: La delgada línea roja es una obra de arte que se abre en abanico ante nuestros ojos con la gracia imborrable del plumaje de un ave real y la angustia que desencadena una lluvia de cenizas sepultando el rocío de las nubes mientras ocurre el alba. Puesta allí la obra (con justo formato de film independiente y la sospecha de una producción de envergadura poco común para un artista que trabaja desnudando verdades), sus formas se inscriben por momentos en una tradición que nombra al Acorazado Potemkim y Pasaron las grullas, y al más cercano Apocalipsis now.
Son formas que utilizando con criterio las nuevas técnicas exaltan nuestros sentidos y a la par nos apabullan, aturden con la desmesura de la violencia.
La representación estética de la violencia también tiene sus formas de perfección y el artista  Terrence Malick logra una sinfonía de silencios y de estruendos, de susurros que van hacia el aullido y se fusionan en nuestro espíritu, hasta lograr en un fugaz instante, nunca tan eterno, la calma perfecta que siempre antecede a las grandes tormentas. O al corazón que se devasta. (Terminada la película cuesta recomponernos, venimos de un viaje inaudito por los ríos del humano infierno…)
De allí en más, colmados nuestros sentidos, aceptando de Kant que las formas del arte pueden avivar el sentimiento de lo sublime, como otra distinción de la belleza aún en la noche más  profunda y proclive al espanto, el contenido de La delgada línea roja, puesto de pie por alguien que domina los secretos de su lenguaje, permite ser entendido en una lectura abierta y también contradictoria, llena de idas y vueltas, como un desafío amoroso a nuestra conciencia sobre el sentido y el sin sentido de la existencia humana.
Detrás de la delgada línea, roja de sangre, que separa en dos planos absolutos la tierra del cielo, se vislumbra la tristeza de los antiguos dioses, heridos, yaciendo agónicos sobre el regazo de una madre naturaleza que jamás conoció la piedad. Acaso porque la piedad, como el amor, es el fruto prohibido y solitario de los seres que crearon, a su imagen y semejanza, el gran horror de una civilización que nunca termina de devorarse a si misma. Aquí se abre otra pregunta: ¿ese ser, hijo de la violencia, ha terminado de hacerse, o sigue siendo un barro sin alma…?
Terrence Malick nos muestra, con una imagen potente que siempre cuestiona, y valiéndose a la par de una voz en off que trae palabras de infrecuente poesía en el cine, a una criatura humana víctima irredenta de su propia locura, cabalgando sobre los caballos del apocalipsis, puesta por fuera del universo, destruyendo una a una las normas que organizan la secreta armonía de la naturaleza. ¿Por qué la destrucción, si somos parte de la belleza del mundo?, se interroga el artista que gira y gira entre la cuerda lírica, el realismo metafísico y la crueldad como absoluto estético, según planteara alguna vez el poeta Antonin Artaud.
¿Es acaso nuestra potencia de destrucción el precio usurario que pagamos por gozar del libre albedrío?, vuelve a preguntarse. ¿Y a quien lo pagamos; hay un bien primero, finalísimo y absoluto?, insiste.
Habrá que entender, con límites y desde los bordes, donde se mueven las fantasmas umbríos de los grandes interrogantes, que el artista Terrence Malick se vale de un formato muy estratificado y hasta pervertido por el cine comercial norteamericano, y que lanza sus interrogantes a partir de hechos conocidos, ya asimilados por nuestra conciencia como parte de la historia contemporánea.
Sin embargo, la esencia perturbadora del asunto en cuestión, la violencia exacerbada y masiva en su monstruosidad, que llamamos guerra, tanto como los parámetros que rigen su poética, hacen de La delgada línea roja una perturbadora metáfora sobre la vida en su totalidad, esa vida inalcanzable en su idea, triturada como materia, humillada en la ética, ofendida en la poesía y que jamás hemos dejado de reproducirla como muerte.
Sus protagonistas llevan ropas de soldados. Igual podrían estar vestidos de obreros, sacerdotes o maestros, o mostrarse como ángeles de la guarda o íncubos de averno. Nada cambiaría, su apariencia se consume en el rol: ser portavoces del desastre en nombre de un destino que está más allá de su comprensión y de sus fuerzas.
La obra responde a un proceso espiralado y se nutre con sus avances y retrocesos, con sus contradicciones y paradojas, hasta con la propia retórica del género.
Pareciera ser el desenlace esperado de un orden agónico y sin esperanzas, donde la única posibilidad de existencia es la adaptación pasiva al reinado de Tánatos; sobrevolar entre las ruinas, ganar tiempo para que las aves carroñeras caigan primero sobre el cadáver todavía fresco del otro. Vivir –en el orden del padecer– unos minutos, unos días, algún año más, sea como sea. Lo contrario, sentir como propia la suerte del otro, ser parte de su dolor, es un gesto más que heroico, suicida. Muere en sí, no germina. No hay espacio para las excepciones. El poder,  en tanto realidad de los actos del poder, lo ejercen hombres uniformes en su amorfosidad, bien determinados, incluso en la punta de su pirámide pertenecen a una misma clase social, pero logran mimetizarse con los dioses y la eternidad a caballo de la debilidad, la sumisión o la alienación de sus víctimas.
El artista nos da en su obra una personal dimensión del poder. Sin despegarlo de su materialidad económica y política, le otorga a la brega – el poder sólo existe en sus actos y se manifiesta en la brega con los oprimidos –  una fuerte carga de maldad por la misma maldad; es un mal en sí, un ser en el estar. Lo vuelve religioso; desde otra perspectiva, metafísico.
Tal poder dispone de nuestras vidas y jamás rinde cuentas; no tiene cuerpo ni rostro ni alma propia y definitiva; apenas es un ente superior que alguien –puesto fuera de sí y de los otros–encarna.
De allí que tampoco importe en esta trama quién está en un bando o en el contrario; no hay que explicar las razones del conflicto, la guerra unifica las sombras en la monstruosidad. De una forma u otra en el campo de Marte no hay más que víctimas; los vivos y los muertos, los que triunfan y los derrotados. Por encima de todos y de todo; sin sudor ni lágrimas, sin lodo y sin manchas de sangre sólo queda el poder.
Igual a una lluvia de fuego, caen y caen las preguntas del artista creador sobre nuestras cabezas: somos los espectadores, los destinatarios de la angustia.
Sí, hay una lluvia de preguntas, pero también hay una bóveda celeste, un sol que trae desde la infancia el recuerdo de Dios, y una delgada línea roja, más dolida que desafiante, desde donde, como si fuera un faro, el artista Terrence Malick lanza arrebatos de amor humano (también el amor en el horror es una estrella que titila y se apaga) a un mar que ya no se distingue del abismo.
El hombre que pregunta por momentos nos corta el aliento. Muestra comprensión pero no abunda en la misericordia. El hombre que pregunta lo que este hombre pregunta, a boca de jarro, en la noche del cine, jamás será inocente.
Es un ser con historia y con ideología, viene de un mundo sin caridad, la fraternidad puede ser vista como un pecado, tiene experiencia, sabe con qué bueyes ara. También es un artista probado, con una subjetividad, una fantasmática y una estética bien definidas.
Surge entonces, agitando las aguas, un nuevo punto de partida: quien se interroga sobre la naturaleza del horror ya sabe, y el cineasta Terrence Malick pone en acto, en 135 minutos de película, la más aterradora de las certezas: vivimos en la muerte por desesperación y displacer de la vida, y la mayor agonía es tener la guerra por destino trágico, del que no podemos escapar, donde se resume la desesperación y la muerte de todos los días.
Hay otra vuelta de tuerca: si  la criatura humana elige momento a momento entre los actos del bien y los actos del mal; si en la conciencia de su decisión anida su humanidad; entonces, con la misma lógica de libertad, crea la cultura de la que forma parte, y es responsable, al menos si entendemos la misma como el conjunto de la libre producción humana en un tiempo y en un espacio preciso.
El bien y el mal; su estímulo y castigo; el amor y el odio, que cuesta distinguir; la pobreza y la riqueza, que siempre van de la mano; la razón que se oscurece y la locura que después de la oscuridad ilumina, son momentos fundantes de la cultura. Así también lo son el poder y la sumisión, la guerra en su continuidad y la precaria paz que se pierde en la noche como se pierde un grano de arena en el desierto.
¿La violencia es la marca de fuego de nuestra composición biológica, está en nuestra esencia y es inevitable? ¿La guerra como punto máximo del inconsciente y luego consciente afán de destrucción es una herencia cultural sin beneficio de inventario? ¿Es el cruel pago de la existencia por ser sujetos de necesidades que se satisfacen únicamente en sociedad? ¿Una sociedad que nos salva y a la vez nos devora y donde la primera regla es devorar al otro? ¿Siempre fue así? ¿Estamos condenados a la muerte así? ¿No hay otra sociedad ni otro destino? ¿Hubo un bien, un amor que alguna vez fue dueño de nuestra alma? ¿O apenas resultó lluvia de humildes nubes, que se pierde sin pena ni gloria en el atroz desierto…?
Acuciados por los interrogantes de una historia de guerras, Albert Einstein y Sigmund Freud intercambiaron cartas y posibles respuestas, poco tiempo antes que se desatara el conflicto bélico entre Estados Unidos y Japón, que da cuerpo a La delgada línea roja, en el espacio mayor de la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de sus esfuerzos no avanzaron mucho. Uno, Einstein, la imagen mayor de las ciencias duras, pugnó por la instalación de un orden mundial basado en la razón y la mutua comprensión de los hombres y las naciones; desde la naciente ciencia del psicoanálisis Freud, por su parte, instaló en un escenario público su teoría de las pulsiones, con su terrible consecuencia: la violencia y la destrucción son eternas, la guerra será inevitable. Acaso, una nueva dimensión para el Leviatán de Hobbes; no hay aquí esperanza, el hombre es y será el lobo del hombre.
Con tamaña inteligencia y hasta sensibilidad social, no se animaron sin embargo a dar su posibilidad histórica a una inédita construcción cultural, la antigua utopía de la igualdad amorosa; que nace allí donde terminan la política como poder, la riqueza como crimen y la propiedad abandona su maridaje con la muerte. ¿No era posible pensar, cuando era más necesario, que las estructuras económicas que reproducen materialmente la existencia podían privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio? ¿Dejar de ver a la naturaleza como una cosa sin vida que sólo sirve como tributo para otras vidas, aún desde su destrucción absoluta, y que sólo rinde si otorga ganancia por la ganancia, hasta el extremo de la usura? La naturaleza en sí se convierte así, por el mismo hombre, en enemigo del hombre; nada más que objeto de riqueza y especulación. ¿Se olvida entonces que alguna vez en nuestra historia, en aquella época que llamamos primitiva, cuando no había propiedad privada ni división del trabajo, los hombres sintieron y vivieron como parte de la naturaleza, la cuidaron y la amaron con sentimiento de hijos? ¿No era la naturaleza también el asombro y la belleza, que permitía compartirlo todo desde una igualdad en la diferencia…?
Son tiempos para un mundo que se pretende sin memoria y sin historia. Son tiempos de nuevas guerras. La única diferencia ahora es que se trata de sacar los cuerpos de la batalla y los cuerpos de las víctimas “colaterales” del plano de lo real; que no se escuchen los gemidos ni se vean los seres desgarrados y calcinados hasta convertirse en cenizas sin nombre. Hoy son los muertos imágenes virtuales, objetos semejantes a los muñecos de los juegos cibernéticos.
A pesar de todo, hay artistas que se obstinan, como Terrence Malick, en preguntarse sobre el sentido del horror, la necesidad de las guerras, la cultura convertida en el feroz cuchillo sobre la garganta sin mácula de la naturaleza, una naturaleza vivida desde el poder como la continuidad de los pobres y su pobreza.
También nuestro artista insiste preguntando sobre el alma, o sea: poner luz en la potencia del amor y en los consuelos de la belleza, esas nubes redentoras que pasan y pasan con su legado de glorias…
¿Habrá respuestas mientras nuestros cuerpos sigan siendo carne para los lobos, esos lobos con ojos que brillan como brilla el oro de la codicia en los humanos ojos…?

PUBLICADO EN LA REVISTA ARTEXTO N  4 


jueves, 19 de enero de 2012

GENTE COMUN - PULP





Ella vino de Grecia, estaba sedienta de conocimientos.
Estudio escultura en el “Sant Martin’s College”.
Allí es donde...
le eché el ojo.

Me contó que su papá estaba forrado.
Yo le dije “Bueno, en ese caso, tomaré un ron con Coca-Cola.”
Ella contestó: “perfecto”.
Y en menos de 30 segundos me dijo:

“Quiero vivir como la gente corriente
quiero hacer lo que la gente corriente haga
quiero acostarme con gente corriente
quiero acostarme con gente corriente como tu.”

¿Y qué podía hacer yo?
“Veré lo que puedo hacer”, dije.

La llevé a un supermercado
No sé por que, pero tenía que empezar en algún sitio.
Y empecé... allí.
Le dije, “Finge que no tienes pasta.”
Y ella simplemente sonrió y dijo “eres muy divertido.”
Y yo dije “ah, ¿Si?, 
pues yo no veo a nadie mas riéndose por aquí.”

“¿Estás segura de que quieres vivir como la gente corriente?
¿De qué quieres ver lo que la gente corriente vea,
de qué quieres acostarte con gente corriente,
de qué quieres acostarte con gente corriente como yo?”

Pero ...no me entendió,
Simplemente sonrió y me cogió la mano.

Alquila un piso encima de una tienda
Córtate el pelo y encuentra un trabajo
Fúmate unos pitillos y juega al billar
Finge que nunca has ido a la escuela.
Pero no creo que lo hagas bien
Porque cuando estés en la cama por la noche
viendo las cucarachas subir por la pared
y llames a papá, él te sacará de esto.

Nunca vivirás como la gente corriente
Nunca harás lo que haga la gente corriente
Nunca fracasarás como fracasa la gente corriente
Nunca veras tu vida...desvanecerse.

Y entonces bailarás, beberás y follarás
Porque no hay nada más que hacer.

Canta con la gente corriente
Canta y te meterás entre ellos
Ríe con la gente corriente
Ríe aunque se estén riendo de ti
Y de las cosas estúpidas que haces
porque piensas que ser pobre es cool.

Como un perro tirado en una esquina
Te morderán y no te avisarán
Estate atenta.

Te sacarán las tripas.

Porque todo el mundo odia a un turista.
Especialmente a los que piensan que todo es maravilloso.
Si, y esas manchas de patatas fritas grasientas aparecerán en el baño.

Nunca entenderás
Que se siente al vivir tu vida
Sin sentido ni control
Sin ningún sitio a donde ir
Estás asombrada de que exista esta gente.
Y ellos se mosquean mientras tu te preguntas por qué.

Alquila un piso encima de una tienda
Córtate el pelo y encuentra un trabajo
Fúmate unos pitillos y juega al billar
Finge que nunca has ido a la escuela.
Pero no creo que lo hagas bien
Porque cuando estés en la cama por la noche
viendo las cucarachas subir por la pared
y llames a papá, él te sacará de esto.

Nunca vivirás como la gente corriente
Nunca harás lo que haga la gente corriente
Nunca fracasarás como fracasa la gente corriente
Nunca veras tu vida...desvanecerse

Y entonces bailarás, beberás y follarás
Porque no hay nada más que hacer.

Quiero vivir con gente corriente como tú.
Quiero vivir con gente corriente como tú.
Quiero vivir con gente corriente como tú.
Quiero vivir con gente corriente como tú.
Quiero vivir con gente corriente como tú.
Quiero vivir con gente corriente como tú.
Quiero vivir con gente corriente como tú.




























LIBRE EXPRESION Y REDES SOCIALES (I´M SO BORED WITH USA)

El profesor Mariano Grondona (Militante incansable de las causas nobles de la aristocracia Argentina) en uno de sus programas de televisión, donde daba supuestamente clases magistrales  de filosofía  ¿?  explicó claramente quienes ostentaban y ostentan el poder mundial occidental a través de los siglos, el Imperio Romano con sus famosas rutas que controlaban Europa, los ingleses controlando su imperio a través del mar y por último los Norteamericanos con el control de los satélites y las redes de comunicación mundial. A veces tenemos la creencia de que la famosa libertad de información no tiene dueño y que nadie controla el flujo intenso de información  En estos días nos llega la información  de Estados Unidos sobre la supuesta aprobación de dos leyes que cambiarían la forma actual de acceso a la información a través de internet, esas leyes son denominadas PIPA (Ley para protección de la propiedad intelectual) y SOPA (Ley para detener la piratería en línea) pero que podríamos sacar en limpio nosotros sobre todo esto, principalmente que se puso en evidencia quien es el dueño de la pelota. Sobre una idea publicitaria y la falsa creencia sobre la libre información que circula en internet, toda la información que fluye se filtra y se almacena en servidores instalados principalmente en EEUU. El año pasado hubo en Inglaterra una revuelta en los suburbios de Londres,  fue aplacada y los revoltosos que habían saqueado e incendiado negocios fueron juzgados, las pruebas con las que fueron juzgados fueron principalmente mensajes que se habían enviado a través de sus Blackberrys (Se dice que el origen de este nombre se debe a la bola con cadena que usaban los esclavos en Estados Unidos). Este ejemplo a simple vista nada tiene que ver con la circulación de información pero si nos da una perspectiva de cuan lejos se puede llegar y que la información no es libre sino que esta controlada y puede ser usada para cualquier cosa dependiendo de la necesidad del que la controla (Tendríamos que empezar a debatir que es libre y quien legitima esa libertad), también en Argentina se han aportado pruebas judiciales rescatadas de los perfiles de las personas en Facebook. Pero la pregunta es sencilla podemos convencernos de que toda esa información que circula supuestamente libre siempre va a ser usada para el bien común y que genuinamente es y será gratuita ? En mi caso muchas consultas que hago por internet nunca me terminan de convencer pero la comodidad y el fácil acceso nos tientan y veces nos juegan una mala pasada.Todos los días vemos como de a poco se trata de limitar el acceso a la libre circulación de bienes culturales, bienes que muchas veces   no necesitaríamos de internet para intercambiarlos. La publicidad es un factor determinante en la supuesta libertad  de información y es desde allí  donde profesan las compañías de banda ancha y teléfonos celulares que cuanto mas conectado estés mas libre sos como sujeto....Estados Unidos concentra un poder que para nosotros es incomprensible en su magnitud  PIPA y SOPA (Esta última sigla nos recuerda a nuestra genial Mafalda y su conocido odio a ese alimento) pretenden proteger a empresas y estas empresas dicen proteger a los artistas de la piratería y el libre intercambio de bienes culturales, solo basta mirar que tipos de artistas son los que se benefician con estas leyes. China es el claro ejemplo de que se puede controlar desde el estado toda la información que no esta en sintonía con un régimen o un gobierno democrático que es manejado por los intereses de las corporaciones.

miércoles, 18 de enero de 2012

MEDIANOCHE EN PARIS Y LA ESTUPIDA BURGUESIA II

Muchas cosas me quedaron sueltas a partir de la película de Woody Allen, cineasta norteamericano que esta de moda en este momento, no por la calidad de sus películas sino por la fila de críticos que le pegan duro a sus películas. Pero que podríamos exigirle al gran Woody, un cineasta que trascendió todas las fronteras o por lo menos las fronteras occidentales (Creo que en la India y la China donde viven casi la mitad de la población mundial se lo ignora por completo, lugares donde encontrar un psicólogo debe ser difícil...) La atracción que nos produce en la Argentina sus películas es un fenómeno digno de analizar, necesitaríamos legiones de antropólogos, sociólogos, psicólogos, etc , y así y todo, no encontaríamos respuesta al fenómeno Allen en Argentina. Ayer el guión de la película Medianoche en París gano el Globo de Oro al mejor guión ¿? ya todos sabemos que hace rato que Hollywood no esta acertando mucho con las premiaciones pero bueno, la película seguro que se volverá a estrenar en Argentina y mucha gente volverá a sentirse en París y disfrutar de las imágenes de Francia y su Bohemia pasada por lavandina. Casualmente en un canal de aire volvieron a dar Ratatouille, una película animada situada también en París, pero con una mirada crítica hacia nosotros y hacia todos los estereotipos posibles, allí  se cuestiona no solo el valor de la crítica, que desde ya, es subjetiva y solo pretende aportar diferentes puntos de vista, ya que todos tenemos una mirada contaminada cuando vemos una obra, una película, un grupo de música, etc. En Ratatouille nos encontramos con algunos postulados que siempre fueron el centro de la cuestión, en ella, una rata termina siendo el mejor cheff de todo París ¿?, ciudad que es  o era el centro de las artes culinarias del mundo, centro que hoy en día se esta derrumbando con la aparición o la visibilidad de diferentes artes culinarias en todo el mundo, sobre todo en los países periféricos a la Europa central. Pero el tema es: todos somos artistas? todos somos críticos? todos somos buenos cocineros? Muchos artistas y críticos valoran e incentivan hasta cierto punto las expresiones culturales que no salen de los circuitos restringidos de la alta cultura, las incentivan pero cuando toman algún vuelo les cuesta legitimarlas. Ratatouille nos muestra inteligentemente cual es el lugar del crítico y como se centralizan las opiniones que conforman la opinión pública. Anton Ego, el crítico de las artes culinarias  de Ratatouille, cambia su vida cuando un simple platillo preparado por una rata, lo transporta hacia su feliz niñez (Ratatouille es un plato clásico en Francia, quizás análogo a nuestro puchero casero) y a partir de allí pasa a disfrutar de la vida como sujeto participe de una comunidad, sin interesarle que nadie le colonice la subjetividad. En Bolivia recientemente cerraron todos los Mac Donalds, después de años de luchar contra una población que tiene hábitos culinarios y tiempos diferentes para comer y preparar la comida. Pero saliendo un poco de las Artes Culinarias y volviendo a Woody y su París soñada llena de bohemios buena onda en Medianoche en París, también Allen se cuestiona sus orígenes culturales, todas sus  películas tienen algo de autobiográfico, él es uno de tantos  cineastas norteamericanos que son desterrados por Hollywood y deambulan por el mundo tratando de contar historias, quién sabe en una de esas se viene a Argentina a filmar una historia que transcurra en San Telmo y en la calle Corrientes (De alguna manera ya lo hizo Coppola en una experiencia poco feliz) . Los últimos años, Latinoamérica a empezado a tomar conciencia de su cultura y su potencial como protagonista en la cultura mundial, las políticas de estado están apuntando a eso en todos los países de Latinoamérica, construcción que es mas que difícil principalmente por el ideario formado durante décadas, que la cultura solo se puede construir mirando a París, Nueva York o Londres.... si bien muchos cineastas han luchado y luchan por crear un cine orientado a nuestras temáticas (Favio, Llinas, Ayala, Burman, Bielinsky, Trapero,etc). A mi personalmente me gustaría tener un Woody Allen argentino, que hable de nuestros hábitos de nuestras luchas culturales y existenciales, que idealice Buenos Aires y no París, el ejemplo mas cercano en la actualidad, quizás sea Martin Burman que supo crear historias urbanas a partir de su cosmovisión Judeo-Argentina. No creo que tampoco podamos construir algo genuino derribando o prohibiendo toda las expresiones culturales extranjeras pero si intentado todos los que participamos de alguna u otra manera en la cultura producir mejores bienes culturales de los que viene de afuera.

LOS SUBTERRANEOS - HISTORIAS DE LA FLIA


PORQUE QUEBRO MAC DONALDS ? trailer