jueves, 26 de diciembre de 2013

PODER



PODER DE LA NEGACIÓN
PODER NO HACER NADA ÚTIL
PODER CIVIL
PODER MILITAR
PODER DE LAS ARMAS
PODER DEL "AMOR"
PODER MEDIATICO
PODER DE UN IMBÉCIL
PODER VOLAR
PODER EUROPEO
PODER MATRIARCAL
PODER PATRIARCAL
PODER DE SÍNTESIS
PODER POLÍTICO
PODER SINDICAL
PODER COGER SIN FORRO
PODER VIVIR SIN VOTAR
PODER DEL TRABAJO
PODER COMER
PODER SONREÍR
PODER DEL ESTADO
PODER AMAR
PODER SEGUIR
PODER CAMINAR POR LAS NOCHES
PODER VIAJAR
PODER VIVIR SIN VOS
PODER VIVIR CON VOS
PODER ANIMAL
PODER POLICIAL
PODER DE LOS NARCOS
PODER DEL BIOPODER
PODER NADAR
PODER DE LA VOLUNTAD
PODER DEL CUERPO
PODER COLONIAL
PODER DE LA EDUCACION
PODER DE LA CONCIENCIA
PODER DE LA NO EDUCACION
PODER SALIR HACIA NINGÚN LADO
PODER DARTE UN ABRAZO
PODER DE LAS EMPRESAS MULTINACIONALES
PODER PAGAR EL ALQUILER
PODER DE LA PALABRA
PODER DEL SILENCIO
PODER NO PAGAR IMPUESTOS
PODER BURGUÉS
PODER POPULAR
PODER VIVIR SIN HIJOS

martes, 17 de diciembre de 2013

LAS HORAS DE MI VIDA...




A LAS 12 hs  ME DISTE UN BESO

A LAS 13  ME ACORDE DE ESE BESO PENSANDO QUE ERA EL ÚLTIMO
A LAS 14  VOLVÍ PENSANDO CUANTO LO NECESITE
A LAS 15  YA ERA TARDE (NO SE PARA QUE)
A LAS 16  PENSÉ QUE TE VOLVERÍA A VER ESA NOCHE
A LAS 17  ALGO TENIA QUE HACER Y NO ME ACORDABA
A LAS 18  EL FRÍO
A LAS 19  EL CALOR
A LAS 20  LAS DISTANCIA DE LOS CUERPOS
A LAS 21  EL SUEÑO DE LA FAMILIA PERFECTA
A LAS 22  LA PESADILLA DE LA FAMILIA PERFECTA
A LAS 23  LA ANTESALA DEL INFIERNO

A LAS 24 hs  EL CALOR DE LA DISTANCIA

A LA   1    EL SUEÑO DE LA REVOLUCIÓN IMPOSIBLE
A LAS 2    LA REVOLUCIÓN APLACADA EN UN INSTANTE
A LAS 3    LA LUNA
A LAS 4    LA CONCIENCIA PERDIDA
A LAS 5    ...
A LAS 6.   ...
A LAS 7    ...
A LAS 8    ...
A LAS 9    FALTABAN TRES HORAS PARA EMPEZAR DE NUEVO...
A LAS 10  UN DIOS IMPERFECTO
A LAS 11  ME FUI

A LAS 12 hs  TE DI UN BESO


lunes, 9 de diciembre de 2013

ACORAZADO POTEMKIN








Acorazado de Potemkin: de película a banda, pero     con la misma contundencia.




Pelusa del ombligo, tierrita atrás de las orejas, trapo de piso sin enjuagar, hornalla después de cocinar. Mugre, “eso que suena entre nota y nota”, es también el motor de canciones tan bellas como pulenta. Estos tres amigos porteños supieron captar lo que otrora fue un motín sobre un barco ruso para transformarlo en un vasto crisol de melodías, historias y climas musicales, que luego se transforma, a su vez, en un vivo retrato de la vida en una gran ciudad de nuestra querida Sudamérica. La militancia que ellos rescatan e impulsan desde el rock es porque saben cuán precisa es esa chispa que rebela a las hordas aplacadas contra la monotonía de lo cotidiano, la explotación cruel e innecesaria.

Acorazado de Potemkin, la famosa película de Serguéi Eisenstein, cuenta una de las primeras batallas de la revolución rusa en contundentes imágenes de un marcado blanco y negro, masas de gente rebelándose, para luego ser acribilladas por las fuerzas del zar. Y también cómo el espíritu sigue vivo ante tanta crueldad, aún oponiéndose, resistiendo, solidarizándose.
Ese espíritu que tiene que ver primeramente con poder hacer lo que a un@ le gusta, lo que siente como propio, personal.
No es casual el nombre que Juan Pablo Fernández, guitarra y voz, (ex Pequeña Orquesta Reincidentes), Federico Ghazarossian, bajo, (ex Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes, actual Me Darás Mil Hijos) y Luciano “Lulo” Esaín, batería y coros (también en Motorama y Valle de Muñecas), eligieron para su banda. “Nos gustaba la película, nos hacíamos cargo de ese homenaje. Nos gustaba cómo sonaba el nombre.” Explica Juan.

Leí en una entrevista que también tenía que ver con recuperar cierta cuestión militante ¿por dónde sienten que pasa la militancia en el rock?
Fede: Bueno nuestro medio es la música, nuestra arma es la música. Yo creo que pasa principalmente por hacerla lo más sinceramente posible, de corazón. Digamos que nuestros filtros naturales son los instrumentos. Después se fueron sumando hechos que decantaron, como regalar el disco. No fue algo pensado sino que fue decantando solo. –Mugre, primer y por ahora único disco de los Potemkin (término definido por ellos mismos como “eso que suena entre nota y nota”) fue subido por ellos mismos a la web antes de que se editara comercialmente.
Lulo: Hay una militancia que no es necesariamente política que pasa por hacer lo que uno cree.
Juan: Y después en el hacer cotidiano todo el tiempo estás tomando decisiones, todo el tiempo te estás poniendo, aunque vos no quieras, en una vereda u otra, cada decisión, no quiero decir en el rock solamente, sino en un proyecto colectivo, ya sea con quién tocar, dónde tocar, cómo tocar, cómo promocionar, cómo regalar o vender el disco, qué contrato firmar y cuál no. Pasa que cada cosa que hacés son impulsos y más en el rock que es impulsivo, pero ya cuando repetís una decisión que tomaste por segunda vez se transforma en una política del grupo. Aunque más no sea de gusto, no hace falta que haya un discurso que le de coherencia a eso, por ejemplo: no nos gusta tocar tan tarde, no nos gusta tocar con mal sonido. Cuando vos empezás a articular eso ahí ya se transforma en identidad del grupo en su parte de gestión y su parte más política.
Lulo: Pero incluso en su parte estética, tales arreglos no los hacemos, no nos gustan y no los queremos para la identidad de la banda.
Porque de eso se trata en definitiva, de poder hacer lo que a un@ más le gusta en comunión con otras personas que comparten ese gusto, en hacerlo en el momento y con quienes se siente que hay que hacerlo. Por eso opina Juan Pablo Fernández que la decisión de Pequeña Orquesta Reincidentes al separarse fue la más atinada “Nos separamos porque después de haber tocado dieciocho años juntos había un montón de cosas que teníamos en común y un montón de cosas que no, que empezaron a crecer por fuera de la banda. Había proyectos personales, proyectos solistas, cosas de la identidad de cada uno, una banda es la suma de todos, y yo creo que en un momento la banda no supo canalizar deseos de algunos de sus miembros, entonces dijimos paremos acá, qué estamos haciendo, tristemente y maduramente dijimos paremos acá”, aunque a todxs los fervientes admiradores y hasta a ellos mismos les doliera esta separación. Pero no tiemblen fanáticos, que aún hay esperanza “Igual a mí me siguen gustando esas canciones y sigo tratando a los chicos como amigos, como hermanos, así que siempre está la puerta abierta para volver a juntarnos”.
Y fue tras esta separación, en el año 2008, que se armó Acorazado de Potemkin. “Con Juan ya nos conocíamos desde hacía mucho, quince años” cuenta Federico Ghazarossian.

¿Nunca habían tocado juntos?
Fede: No. Bueno sí, tocamos para El enmascarado, que era una banda de monstruos.
Lulo: Pasa que como estaban enmascarados no se reconocieron.
Bromean y siguen con la explicación de los orígenes de Acorazado.
Fede: Juan tenía unos temas que empezamos a armar juntos y ahí él lo conoció a Lulo.
Lulo: Yo lo conocí a Juan en el jardín donde llevábamos a nuestros hijos, tocamos juntos en un encuentro musical de papás y ahí quedamos enganchados.
Juan: Mágicamente en el jardín había un bajista, un baterista, un trompetista, entonces para el día de la música se armó un set para los niños. Y es que a los chicos les gusta mucho el punk. Y ahí yo dije “tengo que tocar con este tipo”.
Lulo: Y yo que en ese momento ya estaba tocando en dos bandas dije “todavía tengo tiempo libre”, y como eran gente con trayectoria de alguna manera para mí era como subir un escalón. Nos juntamos y se armó de toque, vimos que la cosa sonaba, y yo vi que no eran gente muy rara ni nada así que...
Y ese mismo espíritu de grupo que había en Pequeña Orquesta Reincidentes, es el que se respira en Acorazado de Potemkin. Cuando un@ los escucha no se puede decir que un músico acompañe a otro, sino que los tres se transforman en una misma cosa, y nunca sabés cuando la voz de Lulo, desde atrás de los platos, va sumarse a la de Juan, porque por ahí ni siquiera es en el estribillo de la canción, y si es en el estribillo quizás no es en todas las frases. Acorazado tiene esa magia que pocas bandas tienen de por un lado mantenerse estrictamente dentro de un género, “nos fascinaba esto de volver a hacer rock, del power trío” dice Juan, quien venía de la fusión y los instrumentos raros con los Reincidentes, y sin embargo ser siempre originales, “esa es otra militancia, tratar de promover que cada uno sea original, que cada uno haga algo personal, que encuentre su manera” agrega. “Las influencias están –responderá más adelante Federico sobre cuáles consideran que son sus principales influencias– pero después te separás. Yo no reniego para nada de las influencias, pero creo también que cuando uno ya consolidó su instrumento, su herramienta de trabajo, vas personalizando eso, ya no decís quiero tocar como John Paul Jones.” “Claro, por ahí es al revés, decís a qué no me quiero parecer, a qué no quiero que suene lo que estoy tocando” agrega Lulo.
Esta originalidad que puede verse tanto desde la música como, quizás principalmente, desde las letras. Porque Acorazado de Potemkin además de ser una banda sólida y personal desde lo musical, tiene la virtud de sonar contundente y original también desde la poesía, escapando de las temáticas habituales del rock, con imágenes y metáforas propias, dándole voz a personajes marginales en temas como La Carbonera o Gloria, pero dándole lugar también a la simpleza e ironía en temas como Los Muertos. “Todos tienen algo que envidiarle a los muertos /no trabajan, no se cansan, no les duele más la panza” Letras que resuenan, algunas más claras y otras más crípticas, pero que siempre aunque no las lleguemos a comprender del todo nos remueven algo en el fondo, nos identifican e incluso nos interpelan “en algo vos y yo nos parecemos /la misma sed, el mismo otro lugar /en algo vos y yo nos parecemos /andar buscando revancha /algo que salió mal, la primera vez /algo no funcionó, la primera vez”. Claro, por lo menos a tod@s aquell@s que buscamos un camino personal. Aunque “vos viste como es en el juego con la palabra, siempre hay una ambigüedad, entonces es difícil imaginar qué va a pasar, no todo el mundo la toma igual, por ahí viene alguien y te dice ‘porque en tal tema cuando decís…’, y no, no era eso lo que quería decir, pero igual es interesante porque te abre una puerta” opina Federico.
Otra de mis favoritas:
“Una vez prendí fuerte la televisión /así nadie preguntaba nada /y la pantalla atrajo mil insectos voladores/ de todas clases y se armó un pequeño caos//y alguien escribió que eso era una rebelión /lo publicó y luego me premió/ y ahora beca me regala el doberman que dice “no hay más nosotros”.
Así reza la letra de Desert, segundo tema del álbum, y parece resumir en cierta forma el dilema de muchos artistas frente a la “industria cultural”, ese doberman, que premia o no premia, y de ese modo va absorbiendo a aquellos artistas “revolucionarios”, para hacerles perder precisamente todo su poder revolucionario.
Sin embargo no es lo que les ha pasado a estos tres artistas, que siempre han logrado abrirse un camino medio al margen de esta “industria”, quizás por cierto desinterés de la industria, no lo sabemos, pero lo cierto es que los Potemkin encuentran sus propios canales para hacerse escuchar. “De repente parecería que la gran industria cultural, no digo los pequeños sellos independientes, terminaran siendo un obstáculo para el contacto con el público, es esa idea de exclusividad, quién puede tener el disco, quién no, y es algo contrario a lo que para nosotros es el rock, que es por lo que siempre quisimos hacer música, para tocar con amigos, que a la gente le guste la música, que cante los temas”, responderá Juan Pablo Fernández a la pregunta de qué piensan de la “piratería”. “A mí me parece bárbaro. Que la música sea libre. Los discos básicamente son un beneficio para la industria, quizás algún que otro músico pueda ganar más, pero el negocio en sí mismo es de la industria.” opina Federico Ghazarossian.
Y es que Internet abrió todo un mundo para que la gente se comunique sin la necesidad de que haya un inversor “Hubo un momento a principios del 2000 que nos dimos cuenta que bueno, no había que esperar a que vengan a ponerte la plata, uno puede hacer las cosas uno, como el do you self del punk, rescatar eso de los '70” dirá Lulo. “Y decís si lo hago yo ¿qué pasa? Tenés la contrapartida de que hay más tiempo que no estás haciendo lo que te gusta, pero te pone en un lugar” agrega Juan. De la gente a la gente misma, abriéndose puertas. Es así cómo logra Acorazado llegar también al interior del país. “Claro, por ahí es como que la primera puerta te la abrís vos. Primero arranca de uno que le rompe las bolas a otro de allá para que haga la movida, por ahí a alguien que conocías de antes. Pero después dicen "y los Potemkin estuvo bueno la otra vez que vinieron, llamalos" –dice Lulo–. Lo que tiene que pasar es que alguien se cope y encuentre la manera de llevarte, que se entusiasme y entusiasme a la gente para que se articule una cosa y te quieran traer, no es que vamos, nos llevan.”

Alguien que los aloje.
Fede: Que nos dé de comer... En un punto se articula más la cosa que cuando estaba en una productora.
Por supuesto, hoy por hoy la tecnología lo permite y lo fagocita mucho más, pero también hay artistas predispuestos a explorar estas opciones y con la cabeza puesta más que nada en compartir su arte que en sacar un rédito económico de él, sin desmerecer por supuesto la necesidad fáctica que todo ser humano de clase trabajadora tiene de obtener una retribución económica por su trabajo. “Hay que honrar siempre el trabajo, hay que tratar de que todos ganemos, pero si no hay una chispa que enciende algo, si no hay una motivación, eso no va a ocurrir” dice Juan Pablo. Si uno no pone corazón, no pone huevos” completa Fede.
Es por eso que Acorazado de Potemkin, ante la perspectiva de que Mugre demorase más tiempo en salir decidió subirlo a la web y que la gente pudiera bajárselo gratis “Terminamos de grabarlo y mezclarlo y tuvimos un par de reuniones con un par de sellos, pero era como que el disco nos quemaba en las manos y dijimos vamos a regalarlo –cuenta Lulo– Mugre al final tuvo 14.000 bajadas antes de que salga el disco. ¿Qué, tengo que vender 14.000 discos? ¡Es imposible!” “Y al final sentimos que no hubo ningún conflicto, que no hay ningún conflicto entre el disco gratuito y el disco editado. De hecho como al final la edición salió un año después hicimos una edición de lujo, con una cajita, algo especial, y ya se agotaron los mil discos que hicimos.” Comenta Juan.

¿Y el próximo disco lo piensan sacar igual?
Juan: Sí, anfibio.
Volviendo al tema de las letras, tanto Juan Pablo Fernández como Federico Ghazarossian escriben “Para mí tienen un montón de importancia las letras, a la hora de subirte al escenario tenés que sentir lo que estás diciendo. Igual somos muy respetuosos de la canción y de la melodía, aunque sean algo muy distintivo yo siento que las letras no tienen que ser más que la melodía, si por ahí hay que reescribirlas para que entren con una melodía se reescriben.”opina Juan “Yo creo que en el rock y la música cantada en general son muy importantes las letras, y que la música tiene acompañar el peso de la palabra. Si no haríamos música instrumental. Yo me crié mucho leyendo y con muy poca televisión, leyendo comics, Mutantia y esas revistas que te queman la cabeza, y trabajar mucho la imaginación, no jugábamos a la play, jugábamos con dos boludeces, agarrábamos dos piedras y hacíamos un castillo, un mundo” explica Federico.
Esa cosa arcaica, primitiva, es otra de las cosas que se respira en la música de estos tres hombres, que han tocado de todo pero nunca se han dejado seducir por la eléctronica, por el contrario si eligieron hacer un viraje en sus carreras en algún momento, tal es el caso de Federico Ghazarossian, fue hacia lo acústico. Enojado con el mundo del rock, y particularmente con Palo Pandolfo (quien sí se ha dejado seducir por la electrónica, ya en su segundo disco solista Antojo y en el flamante y excelente Esto es un abrazo), tras la separación de Los Visitantes Ghazarossian colgó el bajo eléctrico por un tiempo para dedicarse a estudiar contrabajo, instrumento con el que tocó en varias orquestas de tango, y con el que desde hace más de diez años toca en Me Darás Mil Hijos, banda hermana de Reincidentes (musicalmente, porque aunque más acústicos y menos dark también fusionan un montón de géneros musicales, pero también sanguíneamente, ya que dos de sus integrantes son hermanos de Juan Pablo Fernández).
Hay una búsqueda en Acorazado de Potemkin que tiene que ver con volver a las fuentes “Hay algo que no cambia, siempre todo empieza con tres chaboncitos que se ponen en una sala a tocar, eso no cambia nunca, eso es el rock.” dice Lulo, y Juan afirma “Sí, creo que esa es una de las cosas más lindas que nos pasó, yo quería volver a reencontrarnos con esa célula chiquitita. Él –Federico– venía de vender 40.000 discos, de tocar en lugares grandes y de repente ahora de nuevo fue ‘mirá, nos invitaron a tocar a Córdoba pero no sé cuánto hay’ y agarramos las cosas y nos fuimos para Córdoba. Y creo que no hay que perder de vista eso.”
Y aunque usan y veneran las ventajas de Internet en esto de abrir puertas también le critican otras “El público de repente también se envagueció, porque ve primero el video por internet, antes por ahí iban a ver una banda porque les llamaba la atención el nombre, o se recomendaba de boca en boca, y era una sorpresa. Ahora ya ves todo por internet antes de ir a verlo en vivo” argumenta Fede. “Claro, antes estaba esa cosa de ir a un lugar porque tocaban bandas y por ahí ni saber con qué te ibas a encontrar” concuerda Juan.
En estas épocas donde todo parece transcurrir a través de Internet, donde la gente se relaciona mucho más por facebock que cara a cara, donde hay tantos músicos que se conforman con grabar sus temas en casa y subir el videíto estos muchachos siguen creyendo que el quid de la cuestión está en el vivo. “A mí me gusta tocar, me gusta tocar la batería.”.
Aunque también sienten que otro importante momento es el de sentarse a componer, mientras que “la situación de grabar por más que busquemos la forma más linda siempre es más fría” piensa Lulo.

 ¿Y cómo es ese momento de componer, cómo surgen las canciones de Acorazado de Potemkin?
Lulo: Y hay como dos tres métodos.
Juan: A cada uno le surgen no sabemos dónde.
Lulo: Por ahí viene él –Juan– con una línea de guitarra y una línea melódica o él –Federico– con una letra armada y una base de bajo y empezamos a tirarle cosas encima y ahí se arma esa chispa que dice Juan y después la canción te va pidiendo. El tema es poder darse cuenta de qué te pide la canción para que llegue a un lugar lindo. El momento de hacer temas nuevos también es muy lindo, no sólo tocar, hay mucho entusiasmo.
Fede: Es ver qué sale personal de cada uno y después estás afilando las partes, las uniones, el redondeo, después hay temas que son muy rápidos y temas que se van desarrollando con el tiempo. Mugre tiene mucho trabajo de ensayo y mucho trabajo de tocado en vivo, fueron dos años y medio de tocarlo en vivo. Cuando entramos a grabarlo ya estaba totalmente cerrado desde la composición, la interpretación.
Lulo: También es muy importante la interacción entre los tres para lograr el clima que estamos tratando de transmitir, entonces el hecho de tocar y tocar y tocar es lo más importante para lograr eso, tenés que tener bien claro lo que está haciendo el otro, tener una oreja en lo tuyo y otra en los demás.

¿Hay canciones que a ustedes les hayan gustado y después no tuvieron la respuesta que esperaban en el público?
Fede: No, todo lo contrario, a mí hubo cosas que me sorprendieron, como Puma Thurman, me sorprendió cómo lo recibió el público, lo que yo pensaba que iba a pasar, y que pasó también, con Los Muertos, por eso de que parece que la cantara un nene; en cambio Puma Thurman, que era un tema medio oscuro, desde la letra, y como estaba tratado musicalmente... y pasó que la frase de guitarra la corean ya, y está buenísimo, porque ahí es cuando pasa eso de que el público se adueña del tema y lo usan como bandera de ellos.

¿Qué otras cosas hacen además de tocar y cómo sienten que estas cosas influyen a la hora de sentarse a hacer música?
Juan: Yo trabajo en gráfica, también saqué un libro de poesía y trabajé con la Ricardito –revista literaria con formato de libro–, ahora formo parte de un taller literario llamado "Yo no fui", pero me gusta más definirme como letrista. Con el tiempo uno se va definiendo. Uno va encontrando el lugar donde se siente más... no digo seguro porque también hay riesgos, pero el lugar donde uno quiere crecer.
Lulo: Yo en el 2008 cuando los conocí dejé mi laburo que tenía desde hacía mucho, soy técnico electrónico, como que dije si no largo esto y me meto de lleno con la batería no voy a poder, ahora sólo laburo con cosas que tienen que ver con la batería, toco con Potemkin, con Valle de Muñecas, con Motorama, y soy técnico de baterías en un estudio de grabación, afino baterías en estudio, el año pasado ayudé a grabar a cincuenta bandas. Puedo decir que vivo de la música.
Juan: Y sí, siempre influyen las otras cosas que hacés, aunque uno no sé de cuenta en el momento, estar en contacto con la gente, con tus propios desafíos, también están las cosas de la vida personal como el nacimiento de un hijo.
Lulo: Yo al estar en contacto con tantas bandas es como que aprendés todo el tiempo, siempre aprendo algo nuevo, de las cosas que me gustan y las que no, te abre una paleta de colores para aplicar después a la banda.
Fede: Yo trabajo de todo, obvio de que trato de centrar la cosa en la música, de trabajar de músico, pero hay veces que no alcanza, entonces salgo a vender pinceles de brocha y rodillos para pintar paredes, he trabajado con muestras de coches, de jardinero, si me pagaban para estar parado en una esquina seguro que lo hacía, pero no me puedo quejar, el último año estuve trabajando mucho de músico, he estado tocando como en cinco bandas. Y sí, las veces que me toca trabajar de algo que no es la música igual siempre estoy pensando en música, siempre te aparecen cosas, o por ahí estoy en mi casa cocinando y te aparece el arreglo en la cabeza.
Lulo: Yo no sé si hay mucha gente que se imagina que a los músicos les sucede eso.
Fede: Yo me subo al bondi y estoy pensando en un ritmo o pensando en palabras.

¿Y qué bandas escuchan actualmente, que bandas siguen?
Pez, Flopa, Falsos Conejos, Alejo Vintrob, Norma, Riel, Mujercitas Terror, Persona.

Y por último ¿qué proyectos tienen a futuro?
Fede: Estamos componiendo. Hubo un tiempo en que no teníamos sala –la banda alquila mensualmente una sala de ensayo en el barrio de Parque Chas, lugar donde esta cronista tuvo el placer de realizar la entrevista, a mediados de agosto de este año, en clima muy amistoso y distendido mientras Lulo cebaba mate– y estábamos tocando todo el tiempo, ensayábamos para el show.
Juan: Ahora nos vamos a guardar dos o tres meses para poder componer el nuevo disco y hasta noviembre no vamos a tocar en Buenos Aires. El 9 de noviembre ya tenemos una fecha en el Salón Pueyrredón.

El 9 de noviembre ya pasó y Acorazado de Potemkin llenó el Salón, y nos deleitó con ocho canciones nuevas que tocaron al hilo, ocho canciones que continúan el espíritu de lo que fue el primer disco y seguramente formarán parte del próximo, que esperamos ansiosamente, abriendo y cerrando el show con los temás más clásicos de Mugre que el público coreó a voz en cuello y pogueó dejando gruesas gotas de sudor, casi tan gruesas como con las que los músicos mojaron el escenario.


ANAHI FERREYRA

REVISTA ARTEXTO N 6