martes, 21 de agosto de 2012

DISCURSO DE LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA.




Ningún bien veo en el hecho de tener varios señores, que uno y nadie mas sea el amo, y que uno solo sea el rey, esto cuenta Homero que decía Ulises al hablar en publico.
Si no hubiera dicho mas que eso, que ningún bien veo en el hecho de tener varios señores,
Habría estado tan bien como ninguna otra cosa: más para hablar razonablemente había que expresar que la dominación de varios no podía ser buena, por cuanto el poder de uno solo, desde el momento que toma ese titulo de amo, es duro e insensato: sin embargo, fue a poner todo al revés.
Que uno y nadie más sea el amo, y que uno solo sea el rey.
Seria menester, empero, disculpar a Ulises, el que posiblemente se viera en la necesidad de utilizar tal lenguaje para apaciguar la revuelta del ejército, y creo su propósito al adecuarse más por lo cual imagino su propósito fuera el adecuarse más a las circunstancias que a la verdad.
Pero a conciencia, es una desgracia inaudita verse sujeto a su amo de quien jamás puede uno garantizar que sea bueno, puesto que siempre estará dentro de sus posibilidades el ser malo cuando eso le venga en gana y si tiene uno o varios amos, tantos tiene, tantas veces será extremadamente desgraciado.
Si no quiero ahora debatir esta cuestión tan meneada , que las otras formas de república sean mejores que la monarquía , antes de poner en duda que rango debe poseer la monarquía entre las repúblicas me gustaría saber si debe tener alguno ; porque  difícil resulta creer que haya nada publico en este gobierno donde todo es 1.
De momento , solo quería comprender como es posible que tantos hombres , tantas ciudades , tantas naciones padezcan a veces a un solo tirano , que solo tiene la autoridad que ellos le prestan ; que no tiene poder para perjudicarlos , salvo en la medida que quieran padecerlo : que no puede hacerles daño alguno, de no ser cuando prefieran padecerlo , mas que contradecirlo.Cosa inaudita , por cierto, y sin embargo tan común que mas bien es menester lamentarlo que sorprenderse con el cuello bajo el yugo ,no obligados por una fuerza mayor sino (al parecer) encantados y fascinados por el solo nombre de uno , de quien no debe  temer su fuerza puesto que esta solo, ni amar sus cualidades por hallarse en ese lugar inhumano y salvaje.
La debilidad de nosotros, hombres, es tal que a menudo es menester que obedezcamos a la fuerza; preciso es temporizar, no siempre podemos ser los mas fuertes, Por lo consiguiente, si una nación, por la fuerza de a guerra, se ve obligada a servir a uno, como la ciudad de Atenas a los treinta tiranos . No hay que asombrarse que este sometida, sino deplorar el accidente, o mas bien, no asombrarse ni deplorar,
Sino padecer el mal con paciencia, y en lo venidero prepararse para una mejor fortuna,
Nuestra naturaleza esta hecha de tal modo que los deberes comunes de la amistad se llevan una buena parte del curso de nuestra vida: es muy natural amar la virtud, estimar las buenas acciones, agradecer el bien recibido y menguar nuestro bienestar para aumentar el honor y los beneficios de aquellos a quienes uno ama y lo merecen.
Así, pues, si los habitantes de un país hallaron algún gran personaje que haya dado muestras de una gran previsión en procura de su cuidado , una gran audacia para defenderlos , un gran esmero para gobernarlos; si a partir de ahí se acostumbran a obedecerle , y a fiarse de el al punto de concederle algunas ventajas , no se si seria actuar con cordura moverlo del lugar donde hacia un bien para llevarlo al sitio donde podría actuar de tal modo ; pero ciertamente seria muy natural sentir bondad y no temer el mal de aquel de quien solo el bien se ha recibido.
Mas ¡ OH Dios santo ¡ ¿Que puede eso significar ? Qué nombre le daremos  
¿Cuál es la desgracia? 
¿ No es vergonzoso ver a una infinita cantidad de personas , no obedecer , 
sino someterse ; no ser gobernadas ,sino tiranizadas , sin poseer ni bienes , ni padres ,
 mujeres ni hijos ni su propia vida que les pertenezca , 
que padecen los saqueos , los libertinajes , la crueldades , 
no de un ejercito ni tampoco de una horda de bárbaros
 contra los cuales Seria menester defender su vida al precio de su propia sangre , sino de uno solo ;
 no de un Hércules o un Sansón , sino de un solo hombre ,
 y las mas de las veces el mas cobarde y afeminado de la nación ;
 no acostumbrado al polvo de las batallas , 
sino a duras penas a la arena de los torneos , no aquel que por la fuerza pueda capitanear a los hombres , 
sino quien es incluso incapaz de satisfacer a cualquier mujercita 
¿ Llamaremos a eso cobardía ?
dimos acaso que son cobardes e infames a aquellos que se someten a un yugo semejante
 ¿ Si dos , o tres , o cuatro no se defienden de uno , es extraño , pero sin embargo posible ; 
en justicia podrá echarse la culpa a la debilidad del corazón .
Pero cuando cien , cuando mil padecen por uno solo ,
 ¿no seria menester decir que no quieren , que no se atreven a emprenderla contra el ,
 y que no se trata de cobardía sino mas bien de desprecio o desden ?
En cualquier vicio , empero , hay naturalmente un limite , mas allá del cual no se puede pasar ; 
que dos y hasta diez puedan temer a uno , eso es posible ; pero que mil , que un millón , 
que mil ciudades no se defiendan de uno , no es tal cosa cobardía , 
que no llega hasta ahí , así como tampoco es valentía que uno solo escale una fortaleza , 
o asalte un ejercito , o conquiste un reino.
Así, pues ¿Qué vicio monstruoso es este, que ni siquiera merece el titulo de cobardía, que no somos capaces de encontrar un nombre de suficiente fealdad, que la naturaleza niega haber engendrado,
 y que la lengua rechaza nombrar?
Póngase de un lado a cincuenta mil hombres en armas, otros tantos del otro, alístenselos en orden de batalla y vayan a juntarse, unos libres y que combaten por su libertad, los otros para arrebatárselas: ¿quienes creéis que lograran la victoria? ¿Cuáles habrán de ir con mayor gallardia a la lid, aquellos que como resultado de sus penas esperan el mantenimiento de su libertad, o aquellos que, de los golpes que dan o reciben, no pueden esperar otra cosa que la servidumbre?
Aquel que tanto os domina no tiene mas que dos ojos, no tiene mas que dos manos, que un cuerpo ,no otra cosa que lo que posee el hombre mas miserable del grande e infinito numero de nuestras ciudades , de no ser los medios que vosotros le dais para destruirnos , de donde saco tantos ojos con que os espías, sino sois vosotros quien se lo habéis dado?
Decidíos a dejar de estar sometidos. No pretendo que lo empujéis o lo sacudáis, sino tan solo que dejéis de lo, y veréis que, cual un gran coloso a quien se sustrajo su base, por su propio peso, se derrumbara y se romperá, Y ya os veréis LIBRES.
Pero entonces yo preguntaría : si por ventura nacieran hoy alguna gente totalmente nueva , ni acostumbrados al sometimiento , ni engolosinados con la libertad, y no supiesen nada de uno u otra , ni siquiera su nombre ? 

SI SE LES PREGUNTARA QUE PREFIEREN, SER SIERVOS O LIBRES ¿ QUE ELEGIRÍAN ?
NO SE PUEDE CREER COMO EL PUEBLO EN CUANTO ES SOMETIDO CAE EN UN OLVIDO TAN GRANDE DE LA LIBERTAD SIRVIENDO DE TAN BUENA GANA QUE DIRIASE QUE NO PERDIÓ SU LIBERTAD SINO QUE GANO SU SERVIDUMBRE.

ETTIENNE DE LA BOETIE
 AÑO 1577  FRANCIA



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